Este territorio ocupa una extensión de alrededor de 274,76 km2, a unos 600 metros de media sobre el nivel del mar, por lo tanto es un paraje abrupto caracterizado por unos relieves elevados, como la Sierra de Maigmó (1.296m) y la Sierra de Penya Roja (1.226m) en Tibi, la Sierra de Cabeçó d´Or (1.208m) en Aigües y Busot, la Sierra dels Plans (1.331m), Sierra de la Gana(1.102m) y Pico de Montagut (1.080m) en Torremanzanas, la Sierra del Aguilar (889m) en Relleu, la Penya de Sella (1.100m), Penyó del Diví (1.107m) y la Sierra de Aitana (1.558m) en Sella; y por unas zonas deprimidas como el Valle del Riu Verd, el valle del Río de la Torre, el valle del Río Amadorio, el Valle del Río de Sella y numerosos barrancos, que dan lugar a unas formas de modelado determinadas por la erosión del agua; asimismo destaca en esta zona la presencia de dos Pantanos, el de Tibi, con la presa más antigua de Europa, y el de Relleu.
En líneas generales, este territorio está incluido dentro del clima mediterráneo, con veranos bastante calurosos e inviernos moderados, una clara estación seca, el verano, mientras que las precipitaciones más abundantes se concentran en el otoño y la primavera. Sin embargo, la montaña influye en la temperatura, porque el aumento de altitud hace que las temperaturas medias mensuales estén entre los 13ºC y los 15ºC, pues en invierno las temperaturas son más bajas que en la costa y, el verano es menos caluroso.
La configuración del relieve y el tipo de clima determinan un paisaje donde destaca, entre las especies del bosque mediterráneo, el pino carrasco, junto con algunas carrascas y encinas; y entre las especies de matorral, la aliaga, la jara, el brezo, el tomillo, la coscoja y el romero.
Por otra parte, este territorio ha sufrido transformaciones de la mano del hombre, dando lugar a un paisaje agrícola en el que alternan los cultivos de secano y regadío, con un claro predominio del almendro y el olivar, que ocupan la mayor parte del suelo, aprovechando incluso las laderas mediante terrazas, un elemento que además previene la erosión. Cabe destacar la gran abundancia de construcciones típicas como los molinos y las masías.
En esta mancomunidad de municipios, con una población de alrededor de 8.800 habitantes, distribuidos entre núcleos urbanos y diseminados, la actividad agrícola ya no ocupa el primer lugar, pero aún es importante la producción de almendra y sobre todo de aceite. En municipios como Relleu, Sella y Torremanzanas existen almazaras para su producción y venta.
Una de las actividades que ha comenzado a emerger en este territorio es el turismo rural; además de los restaurantes donde degustar la cocina tradicional, existen alojamientos rurales que, en su mayoría, han servido, además para rehabilitar viejas construcciones típicas y darles un uso turístico. También se pueden realizar actividades relacionadas con la naturaleza como senderismo, cicloturismo, rutas a caballo y deportes como parapente, escalada o pelota valenciana.
En cuanto a la actividad industrial, en Tibi existe un núcleo importante que ha posibilitado la creación de un polígono, aunque no hay que olvidar algunas empresas que se localizan en los términos de Aigües y la Torre de les Maçanes.